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Unos turistas admirando la plaza de San Pedro poco antes de comenzar la primavera ofrecen una imagen pacífica. Sin embargo, detrás de los muros del Vaticano la cosa está que arde. También junto al Tíber se comentaba abiertamente lo que ya se venía escuchando en otras partes sobre el escándalo de abusos en Alemania: a muchos las sucias noticias de los numerosos casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia les vienen muy bien para atacar directamente al Papa Benedicto XVI.
Algunas veces se le reprocha haber puesto en marcha un "proceso de encubrimiento". Gran interés generan también los casos de abusos sexuales a los niños cantores de Ratisbona, conocidos como "Regensburger Domspatzen", cuyo director fue en su día el hermano del Papa, Georg Ratzinger. Y ahora salta a primera plana el caso del sacerdote sexualmente perturbado que durante el arzobispado de Joseph Ratzinger fue trasladado a Múnich, donde continuó abusando de menores, explicó DPA.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, por lo general un jesuita reservado, cree que el caso se está utilizando para dañar la imagen del Papa alemán. "En los últimos días hubo algunos que buscaron en Ratisbona y Múnich con cierta saña elementos para involucrar personalmente al santo padre en los casos de abuso".
Aunque Lombardi considera que las tentativas de enmendar los daños a la imagen de Benedicto han fracasado, contraataca bajo el siguiente lema: "mantenemos el rumbo también cuando haya oleaje fuerte". No obstante, el vocero del Papa no dice quién ha desatado el "huracán".
Lo que está claro es que este pontífice conservador, que defiende la prohibición a que los sacerdotes católicos contraigan matrimonio, es decir el celibato, y que les tiende la mano a los miembros de la hermandad de San Pío X, genera rechazo entre algunos sectores de la sociedad.
El diario milanés Corriere della Sera se ha asomado al interior del Vaticano y ha podido saber que lleva días preparándose para la publicación del caso durante la época del arzobispado del Papa Benedicto XVI. Cuando el diario alemán Süddeutsche Zeitung acababa de sacar a la luz el asunto, apareció de inmediato la postura de la diócesis al respecto en Internet y "fue repetida en seguida por el padre Lombardi", informó el rotativo. En el Vaticano se habla de una "clara instrumentalización" del escándalo de abusos sexuales alemán "dirigida contra el Papa".
La Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio, conocida como "abogado de la Justicia" y dirigida durante mucho tiempo por el propio Joseph Ratzinger, se sumó al contraataque. "Acusar al actual Papa de encubrimiento es falso y difamatorio", declaró indignado el monseñor Charles Scicluna al diario eclesiástico L'Avvenire.
Desde que los delitos sexuales comenzaron a formar parte de las competencias de la Congregación del Santo Oficio, el "cardenal Ratzinger ha demostrado sabiduría y firmeza a la hora de hacer frente a estos temas". Scicluna aseguró que también ahora el actual Papa demuestra "gran valentía". Lombardi comparte esa opinión: "Su linea fue siempre la de la dureza y la coherencia a la hora de lidiar con las situaciones más difíciles".
Algo más de un año de la polémica desatada por el miembro de la hermandad de San Pío X, Richard Williamson, tras negar el Holocausto, y un mes antes del quinto aniversario de la elección de Joseph Ratzinger como Papa, las turbulencias no amainan, y no sólo la Iglesia mira atentamente qué rumbo toma el capitán al frente del timón para evitar el naufragio